Lo llamamos simulacro porque lo que pretendemos es que practiques un examen real en un entorno seguro. Además, podrás repetirlo tantas veces como quieras, pero, si quieres que sea efectivo, intenta recrear las condiciones reales que tendrás durante el día de las pruebas teóricas.
De entrada, calcula un minuto por cada pregunta.
Fíjate bien en si te está pidiendo la correcta o la incorrecta.
No lo olvides: No te van a dar más puntos por contestar más rápido
No se trata de responder muy rápido leyendo mal para hacer dos simulacros en una tarde (hemos quedado en que vamos a intentar que sea productivo y eficaz, que aproveches el tiempo de estudio) se trata de hacerlo de forma que entrenemos nuestro cerebro en la lectura atenta, la detección de trampas (correcta/incorrecta), etc.
Haz este y todos los simulacros que puedas tantas veces como quieras, y aunque no quieras. Hay que entrenar.
Con las pruebas físicas seguro que lo tienes claro clarinete: si no entrenas, no consigues rascar esos segundos en la piscina o te faltan dos flexiones. Pues con la mente igual: tu cerebro tiene que ser una máquina entrenada para contestar de manera inmediata y de forma correcta.
Nadie dijo que fuera fácil, pero el objetivo vale la pena y se puede conseguir con esfuerzo, estudio, dedicación y entrenamiento.